De la mar vestida elegante ola,
se enreda en el aire y va dando giro.
Se esparce toda en la alfombra sola
De la arena tersa, sonríe al céfiro.
Juega con el musgo y con la caracola,
Los envuelve en ella al oscilar; admiro
Como sube y baja, juguetona cola.
Figura de espuma de fugaz suspiro.
Y doblega orgullo, se viste altanera,
Al regarse húmeda, voluptuosa sobre
la piel del mar; blanca prisionera
En la arena del color del cobre.
¡Niña de la mar, tierna lisonjera,
pierdes al ganar, humedad salobre!
sábado, 18 de abril de 2009
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